Los falsos techos desmontables son muy versátiles
Los falsos techos desmontables son muy versátiles y se adaptan a todas las necesidades. Este tipo de cubierta se coloca a una cierta distancia del techo original y permite ocultar entre los dos, por ejemplo, instalaciones eléctricas, conductos de aire acondicionado, calefacción, etc.
Esto resulta especialmente interesante cuando se necesita acceder a las “tripas” del edificio para cualquier reparación. En ese caso se levantan las placas que haga falta, se localiza la avería y se vuelve a cerrar el techo sin mayor dificultad ni obra alguna.
Los falsos techos desmontables son muy decorativos, mejoran el aislamiento térmico y acústico
La empresa de construcción cántabra Alvier ultima estos días tres plantas de falsos techos desmontables de escayola lisa en el nuevo edificio del Centro de Innovación de Servicios Gestionados Avanzados (Cisga) en el Parque Científico y Tecnológico de Cantabria (Pctcan).
A priori estos espacios están diseñado para albergar oficinas, salas de juntas y reuniones. Pero es fácil de imaginar que las empresas están en constante evolución y que sus instalaciones tienen que ser reflejo de esos cambios.
Bien por necesidades de producción, por incremento de la plantilla, por expansión de líneas de negocios o por cualquier otro motivo, es muy frecuente que los lugares de trabajo se reestructuren. Y, en esos casos, también los falsos techos desmontables ofrecen ventajas.
Agilizan mucho los cambios y garantizan resultados óptimos. Este tipo de cubierta ofrece infinidad de posibilidades porque está pensada para adaptarse a cualquier necesidad.
Además, los falsos techos desmontables o registrables son muy decorativos y, al estar construidos en yeso laminado, resultan mucho más ligeros que el ladrillo u otras opciones.
Mejoran el aislamiento térmico y acústico, son resistentes al fuego y a la humedad.
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